¿Y el Estado de Derecho?
Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias
Mientras los planes de trabajo de un gobierno de cualquier nivel, solo estén plasmado en el papel, sin que en la práctica tengan resultados, la sociedad seguirá sufriendo una escalada de descomposición que van desde la explotación de los niños y las niñas, pasando por la desaparición de personas y el incremento de la violencia en la demarcación.
Como diría el presidente Andrés Manuel López Obrador, “estamos ante gobiernos tecnócratas que realizan planes desde un escritorio, no conocen el campo”. Son teóricos sin misericordia, no saben lo que es el “Humanismo Mexicano” y menos el significado de “por el bien de todos, primero los pobres”.
Es lastimoso ver como la perrada de los que se dicen “comunicadores”, se lanzan contra aquellas personas que se atreven a levantar la voz ante la injusticia que viven, ejemplo de ello, es la campaña de desprestigio que montaron contra el “las madres buscadoras”; la defensa de un presunto violador de su propia hija, apoyada desde el anonimato por intereses que solo buscan el beneficio propio.
Ahora sí, parece que en Quintana Roo y en sus municipios, lo que importa es beneficiar a los cuates, hacer negocios con los amigos, protegerse entre la camarilla, en detrimento de violar la ley, aplicando la máxima atribuida de Benito Juárez, “para mis amigos, justicia y gracias; para mis enemigos, la ley a secas”.
Hay casos que ya deben ser concluidos, pero sin la menor sospecha de influyentismo, como es aquella represión de la manifestación de feministas del 9 de noviembre de 2020, donde varios compañeros fueron heridos de bala frente al palacio municipal de Cancún.
Otro escándalo reciente es en donde se involucra al presidente del Tribunal Superior de Justica (TSJ) de Quintana Roo, de torcer la ley a favor de una diputada electa, de quien dicen mantienen una relación extramarital; el exesposo de la presunta está encarcelado en Playa del Carmen, acusado de varios delitos y no sé qué más enredos.
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Ya ni hablar de los negocios que pueden hacerse al margen del gobierno de cualquier nivel, como las asignaciones directas o la falta de transparencia; eso sí, compran premios para autoalabarse que son las o los mejores, mientras la sociedad sufre en silencio la baja de sus adolescentes, jóvenes, o soportar la desaparición de personas, así como los comerciantes ser extorsionados, desde el más chico hasta el más grandes.
¿Dónde quedó el Estado de Derechos? Eso es lo que quisiéramos saber las y los ciudadanos; por cada vez hay más cuestionamientos sobre el actuar de las instituciones impartidoras de justicia o de la Fiscalía General del Estado. Los cuatro principios fundamentales para un gobierno que se jacte de tener Estado de Derecho son que sus administraciones ejerzan rendición de cuentas claras de sus acciones, que tengan leyes justas, procesos legales rápidos y expeditos, y mecanismos accesibles para resolver disputas entre sus ciudadanos.
Hay que apuntar, que el Estado de Derecho involucra dos componentes principales. Primero, las reglas deben ser aplicadas de manera impersonal, no a conveniencia ni sesgando su interpretación. Esto significa que deben aplicarse de la misma manera a todas las personas, independientemente de quiénes sean. Segundo, las personas que están a cargo de aplicar y hacer cumplir las reglas también están sujetas a las mismas reglas. Si estos dos componentes están constantemente presentes, podemos decir que una sociedad tiene un estado de derecho fuerte.
Parece que estamos abandonados a nuestra suerte, pues quienes deben ser nuestros representantes populares, bailan al son que les marce el tintinar de las monedas que son arrojadas desde la posición del Ejecutivo.
Como sociedad tenemos un largo camino por recorrer en términos de lograr un estado de derecho más fuerte; pero mientras permanezcamos mudos o voceando las injusticias de los poderosos, seguiremos siendo débiles y esa debilidad es directamente proporcional a la fortaleza de quienes nos gobiernan. Al tiempo…
SASCAB
Pensaba en todos los periodos de gobierno que me ha tocado cubrir, que son 4 presidenciales, y voy por el quinto de gobierno estatal, así como más de una decena de municipales, todas y todos reciben capacitación antes de tomar el cargo; sin embargo, mi capacidad de asombro aún no tiene tope, pues el gobierno en turno supera en corrupción, mal versación de fondos, impunidad, tráfico de influencias, nepotismo y prepotencia al anterior. Ahí se las dejo…