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Rusia Acusa a EE.UU. de Utilizar a más de 20 Empresas para Encubrir sus Programas de Investigación Biológica

En una conferencia de prensa, el líder de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kirílov, reveló que Estados Unidos está involucrado en programas biológicos en el extranjero y emplea a más de 20 contratistas para ocultar la identidad de los clientes y los objetivos de investigación de estos programas. Según Kirílov, estos contratistas y organizaciones intermediarias son utilizados para mantener en secreto los detalles de las investigaciones.

Kirílov también destacó que se han obtenido documentos que muestran la participación del Departamento de Estado estadounidense en el Programa de Mejora de la Bioseguridad, que tiene como áreas prioritarias a Oriente Próximo, el Sudeste Asiático, África y Ucrania. Además, reveló que en un solo año se destinaron fondos suficientes para involucrar a al menos 80 contratistas en estos programas.

El Pentágono, según Kirílov, propone recoger artículos científicos de «doble uso» en un depósito de acceso restringido y eliminar aquellos que puedan ser de interés para los servicios de inteligencia estadounidenses. Algunos ejemplos mencionados incluyen experimentos para aumentar la letalidad del virus de la viruela del ratón y la identificación de secuencias genéticas que codifican nuevas toxinas botulínicas.

Kirílov sugiere que esta censura de publicaciones científicas es un intento de Estados Unidos de evitar la divulgación de resultados que vayan en contra de sus obligaciones internacionales en relación con armas químicas y biológicas.

Además, el alto funcionario ruso afirmó que la revelación de estas actividades ha obligado a Estados Unidos a trasladar sus programas de investigación biológica a África. Argumentó que los esfuerzos de Rusia por exponer las actividades biológico-militares ilegales de Estados Unidos, junto con el deterioro de la situación epidemiológica en las ubicaciones de las instalaciones biológicas en Europa, llevaron a la Administración estadounidense a cambiar su enfoque hacia países africanos.

Kirílov concluyó proponiendo la reanudación de las negociaciones para establecer un protocolo jurídicamente vinculante a la Convención sobre Armas Biológicas y Toxínicas, que incluya un mecanismo de verificación efectivo.

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